Los finales de piezas menores son los menos habituales, mucha gente piensa que son mas comunes de lo que realmente son, esto sucede porque perder un final de piezas menores, nos deja un mal sabor de boca, nos deja con la sensación de que algo mas podríamos haber hecho.
Pero este mal recuerdo no significa que sean habituales.
Lo bueno que tienen los finales de piezas menores es que hay reglas fáciles de seguir, como por ejemplo el alfil vale mas que el caballo cuando hay peones en ambos lados del tablero.
Otro principio que todos jugamos, es que el alfil suele copar al caballo y encerrarlo.